Lo bueno: ubicación conveniente en el centro de Londres, cerca de estaciones de tren (King's Cross, St Pancras), transporte público, restaurantes y atracciones turísticas. La habitación estaba limpia y nos hicieron el aseo todos los días. Desayuno incluido. Aire acondicionado con control de temperatura en la habitación.
Lo malo: no hay elevador, entonces hay que cargar las maletas por la escaleras (a considerar para quien viaje con maletas pesadas o tenga dificultad para moverse). Una ducha muy pequeña y estrecha, difícil para personas grandes. Una serie de pequeños detalles descuidados en la habitación: una caja fuerte que no servía, lámparas de noche (a cada costado de la cama) que no funcionaban, un cargador USB en la pared que no cargaba, el sujetador para la toalla de manos roto.